Desde hace tiempo me parece que lo único que vale la pena describir es la luz, sus variedades y su eternidad. Los actos me interesan en un grado mucho menor. Los recuerdo poco. Se enhebran en cadenas casuales que se quiebran sin razón aparente y comienzan sin causa, sin avisar, para romperse de nuevo.
Andrzej Stasiuk – El mundo detrás de Dukla