Cada noche de diciembre, cuando el frío se cuela por las rendijas, ella lo envuelve en su abrazo. Su respiración tibia contra su pecho es la única música que necesita. Afuera, las luces titilan como estrellas que han bajado a mirar. Dicen que la Navidad es milagro, pero ella lo sostiene en brazos cada día. Su piel huele a leche y esperanza, y sus dedos diminutos se aferran a su destino. No hay pesebre ni incienso, solo este silencio dorado que los cubre. Él duerme, y ella reza sin palabras. Porque en su sueño, el mundo ha vuelto a nacer.
Certero texto, amigo Ildefonso. Bello. "...se aferran a su destino" y sin "pesebre ni incienso", lo considero muy real. En esos instantes y el que fue su vida y enseñanza. Esta última, ¡vigente siempre! Abrazos. Felices Fiestas.
Qué belleza, Ildefonso. Hay en estas líneas una Navidad íntima, despojada de artificios, donde el milagro no baja del cielo, sino que respira, tibio, en los brazos de una madre. Has reproducido ese instante sagrado en el que el mundo parece detenerse para escuchar un latido pequeño, pero decisivo. En tiempos de ruido, esta escena silenciosa recuerda que lo esencial sigue ocurriendo en lo cotidiano: un abrazo que vence al frío, una luz que no necesita adornos, un renacer que sucede sin testigos. Gracias por regalarnos esta imagen que ilumina desde la misma alma.
Cada noche de diciembre, cuando el frío se cuela por las rendijas, ella lo envuelve en su abrazo. Su respiración tibia contra su pecho es la única música que necesita. Afuera, las luces titilan como estrellas que han bajado a mirar. Dicen que la Navidad es milagro, pero ella lo sostiene en brazos cada día. Su piel huele a leche y esperanza, y sus dedos diminutos se aferran a su destino. No hay pesebre ni incienso, solo este silencio dorado que los cubre. Él duerme, y ella reza sin palabras. Porque en su sueño, el mundo ha vuelto a nacer.
ResponderEliminarCertero texto, amigo Ildefonso. Bello.
Eliminar"...se aferran a su destino" y sin "pesebre ni incienso", lo considero muy real. En esos instantes y el que fue su vida y enseñanza.
Esta última, ¡vigente siempre!
Abrazos. Felices Fiestas.
Qué belleza, Ildefonso. Hay en estas líneas una Navidad íntima, despojada de artificios, donde el milagro no baja del cielo, sino que respira, tibio, en los brazos de una madre. Has reproducido ese instante sagrado en el que el mundo parece detenerse para escuchar un latido pequeño, pero decisivo.
EliminarEn tiempos de ruido, esta escena silenciosa recuerda que lo esencial sigue ocurriendo en lo cotidiano: un abrazo que vence al frío, una luz que no necesita adornos, un renacer que sucede sin testigos.
Gracias por regalarnos esta imagen que ilumina desde la misma alma.
Beautiful, Ildefonso. Merry Christmas to you. I wish you good health, happiness and peace now and always 🙏
ResponderEliminarMerry Christmas, fairy tale!
ResponderEliminarElla es el universo y él, la Luz.
ResponderEliminarFeliz Navidad.
Preciosa imagen.
ResponderEliminarFeliz Navidad también para ti.
Un abrazo.
Merry Christmas!
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