Sentada al borde del acantilado, la mujer cerró los ojos y dejó que el viento le despeinara los pensamientos. Sentía que el rumor del mar subía como un latido antiguo, recordándole algo que siempre había sabido.
Respiró hondo, sintiendo cómo la sal se mezclaba con la quietud que buscaba y por un instante el mundo pareció detenerse bajo sus pies.
Fue entonces cuando comprendió que no estaba huyendo, sino regresando. Y en ese silencio, el océano le devolvió su nombre.
Tu imagen y tus palabras se entrelazan como un mismo latido. Esa mujer al borde del acantilado parece escuchar en el rumor del mar la memoria de lo esencial: no huir, sino regresar. Hay en tu texto una calma que abraza, como si el océano devolviera identidad y sentido. Una obra que invita a detenerse y respirar junto a ella. UN abrazo, maestro de la fotografía.
Vaya, amigo Ildefonso. No habiendo firma a este texto, cabe deducir que es tuyo! Poético, natural, muy bello. Tal ese mar que me vio nacer en la Ibiza de un lejano ayer. Ligado a él, o no del todo, también la mujer ha estado, está, presente en mi vida desde muy pequeño. Madre, abuelas, hermana, primas, tías, algún que otro hombre. No muchos, si bien alguno dejó huella... Amigas más que amigos. Y ya en el mundo laboral, dependiente en El Corte Inglés de aquellos años. 1964/1972. Luego tiendas propias, dependientas, etc. Clientas al ser ropa de mujer, etc. Sonrío al enumerar tanto. ¡En fin! Abrazos, amigo. Buen finde!
Ildefonso, un trabajo maravilloso, acompañado de una bella imagen, el mar le devolvió su identidad. Me gusta estar sentada frente al mar, me da calma y mucha paz. Que pases un hermoso y feliz día Besos Ildefonso
No sé si hay más por descubrir en el fondo de los fondos de las personas, o en el fondo de los fondos de los mares. El mar y ella, ella y el mar, dos abismos maravillosos mirándose de frente. Va un abrazo, Ildefonso.
Lo primero es felicitarte por la linda prosa de tu introducción, a la que le hace honor tan original y creativa imagen. Esa disposición de las nubes da la impresión de que el mundo pasa bajo tus pies. Muy, muy bonita. Un abrazo, amigo Ildefonso.
"Y en ese silencio, el océano le devolvió su nombre." Realmente hermosas, tanto la reflexión como la imagen. Gracias por compartir. Pura poesía... Hasta pronto.
Sentada al borde del acantilado, la mujer cerró los ojos y dejó que el viento le despeinara los pensamientos. Sentía que el rumor del mar subía como un latido antiguo, recordándole algo que siempre había sabido.
ResponderEliminarRespiró hondo, sintiendo cómo la sal se mezclaba con la quietud que buscaba y por un instante el mundo pareció detenerse bajo sus pies.
Fue entonces cuando comprendió que no estaba huyendo, sino regresando. Y en ese silencio, el océano le devolvió su nombre.
Tu imagen y tus palabras se entrelazan como un mismo latido. Esa mujer al borde del acantilado parece escuchar en el rumor del mar la memoria de lo esencial: no huir, sino regresar. Hay en tu texto una calma que abraza, como si el océano devolviera identidad y sentido. Una obra que invita a detenerse y respirar junto a ella.
EliminarUN abrazo, maestro de la fotografía.
Vaya, amigo Ildefonso.
EliminarNo habiendo firma a este texto, cabe deducir que es tuyo!
Poético, natural, muy bello.
Tal ese mar que me vio nacer en la Ibiza de un lejano ayer.
Ligado a él, o no del todo, también la mujer ha estado, está, presente en mi vida desde muy pequeño.
Madre, abuelas, hermana, primas, tías, algún que otro hombre. No muchos, si bien alguno dejó huella...
Amigas más que amigos. Y ya en el mundo laboral, dependiente en El Corte Inglés de aquellos años. 1964/1972.
Luego tiendas propias, dependientas, etc. Clientas al ser ropa de mujer, etc. Sonrío al enumerar tanto. ¡En fin!
Abrazos, amigo. Buen finde!
Very intense and touching.
ResponderEliminarQué bonitas palabras. Como la imagen.
ResponderEliminarUn abrazo.
So realistic, and very peaceful in reality.
ResponderEliminarMuy bonito ese cielo sobre el mar.
ResponderEliminarBuen trabajo.
Aferradetes, amic.
Acabo de entrar en 500px y veo un comentario tuyo... Entiendo que el asunto se ha arreglado solo... Un abrazo
EliminarBeautiful!
ResponderEliminarUna imagen muy poética y bien realizada.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ildefonso
Ildefonso, un trabajo maravilloso, acompañado de una bella imagen, el mar le devolvió su identidad.
ResponderEliminarMe gusta estar sentada frente al mar, me da calma y mucha paz.
Que pases un hermoso y feliz día
Besos Ildefonso
Bella fotografia marina, con una buena composición y esas nubes formando un punto de fuga.
ResponderEliminarUn abrazo.
Impresionante toma con ese mar y ese cielo que parecen venirse sobre la mujer.
ResponderEliminarAbrazo
No invita a imitarla. Gracias por esta maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Such a soothing view
ResponderEliminarLa foto es magnífica.
ResponderEliminarMerece un marco y una pared.
Contemplating infinity.
ResponderEliminarUn lugar privilegiado frente al mar.
ResponderEliminarBuena edición.
Un abrazo.
No sé si hay más por descubrir en el fondo de los fondos de las personas, o en el fondo de los fondos de los mares. El mar y ella, ella y el mar, dos abismos maravillosos mirándose de frente. Va un abrazo, Ildefonso.
ResponderEliminarQue potente esa imagen , ella absorta en sus pensamientos y el mar que nos invita a recordar.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Me gustan las imágenes como esta. Alguien de frente al mar y su mirada perdida en él. Me gusta!
ResponderEliminarUn abrazo, Ildefonso.
Una imagen llena de fuerza y esperanza
ResponderEliminarPaz
Isaac
Idelfonso una foto preciosa y llena de paz. Un saludo.
ResponderEliminarHay fotos que hablan por si solas amigo.
ResponderEliminarUn Abrazo
Lo primero es felicitarte por la linda prosa de tu introducción, a la que le hace honor tan original y creativa imagen. Esa disposición de las nubes da la impresión de que el mundo pasa bajo tus pies.
ResponderEliminarMuy, muy bonita.
Un abrazo, amigo Ildefonso.
"Y en ese silencio, el océano le devolvió su nombre." Realmente hermosas, tanto la reflexión como la imagen. Gracias por compartir. Pura poesía...
ResponderEliminarHasta pronto.
El texto es poesía pura, pero la foto es fantástica. Un abrazo.
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